Entonces el sonido del silencio, como un trueno en alta mar estremecio hasta sus huesos,
y como rayos de luz, las notas resurgieron de la tierra.
Crecian de a una a la vez, como un arbol en el tiempo, viajando como el viento, fluyendo como el agua.
Era la magia de los colores, la conciencia del hombre.
Se sento en la arena, cerro sus ojos y sonrio.
Sobre la sierra, se despedia la luz y en el oscuro cielo el baile de estrellas comenzaba.
Dios estaba ante el, y el estaba agradecido.
Jah live everywhere.
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