Firme como el roble era su creencia que hablaba sobre sus ojos, su entendimiento de la realidad interna y su inocencia al pensar. Eran las 2 y 34 de la mañana y sabia que los sentimientos no eran reales. Buscaba desordenadamente una respuesta de la cual el ni siquiera sabia la pregunta. Mas la percibia, y eso le bastaba a su inconciencia hambrienta de esa sustancia que la hace sonreir entre murmullos . Se doblo en sus rodillas y el alma le salio por la garganta.
¿Cual es tu color preferido? le dijo el. Y sintio como la sangre le brillaba bajo la piel, hasta que el rojo se volvio tan intenso que comenzo a tomar su cuerpo y en medio del blanco mas blanco se sintio flotar, sus ojos viajaban por su interior, inspirados, extasiados. Sintio lo mas preciado, y se acordo de la realidad.
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